jueves, 12 de mayo de 2016

Órganos de los sentidos

Fundamentos: 

Los órganos sensoriales forman parte del sistema sensorial y son órganos que son sensibles a varios tipos de estímulos existentes en el medio externo e interno, y la transforman en impulsos nerviosos que se transmiten al cerebro donde son interpretados para obtener información del entorno y generar una respuesta adecuada. Hay órganos sensoriales externos que obtienen información del mundo exterior, como la lengua, la piel, la nariz, los ojos, el oído, etc. Al mismo tiempo, los seres vivos necesitan recibir información del funcionamiento de los órganos internos para propiciar el estado de equilibrio indispensable; la "homeostasis".
Los ojos reciben y transforman energía en forma de luz. Los oídos captan y perciben energía en forma de sonido. La piel es sensible a la energía que llega al cuerpo mediante la temperatura, la presión y el contacto. Las reacciones químicas que se producen en la lengua y en la nariz provocan a su vez reacciones eléctricas que finalmente se traducen en gusto y olfato.

Materiales:

-Bastoncitos
-Caja de petri
-Zanahorias
-Papas
-Manzana
-Hielo
-Agua templada
-Agua caliente
-Café
-Agua y azúcar
-Agua y sal
-Zumo de limón
-Tijeras
-Infusión en diferentes estados

Procedimiento y resultados: 

En primer lugar, realizamos 2 experimentos relacionados con el sentido del gusto:

PRIMER EXPERIMENTO

Tomas cuatro vasos y llénalos hasta la mitad de agua, numerándolos después.
Al número 1 añadir una cucharadita de sal de cocina.
Al número 2, añadir una cucharadita de azúcar.
Al número 3, una cucharadita de zumo de limón sin azúcar.
Al número 4, añadir 5 cucharaditas de café aguado sin azúcar.

Vendar los ojos a un compañero y mojando un bastoncillo de algodón en cada uno de los recipientes (1 para cada recipiente y 1 para cada compañera), tocar su lengua de uno de uno. Pídele que te diga qué sensación recibe (amargo, dulce, salado o ácido). No se trata de adivinar la sustancia. Una vez realizada la experiencia anterior con cada una de las soluciones, explora la lengua, viendo en qué zonas de ella es más intensa la sensación. Los resultados fueron:


SEGUNDO EXPERIMENTO

1.Se necesitan varios cubos de aproximadamente el mismo tamaño de papa cruda, manzana roja y zanahoria.
2. Véndale los ojos a un compañero, tápale la nariz e introdúcele un cubo de cada tipo en la boca.
3.Seguidamente, repite el procedimiento con la nariz destapada.

Los resultados de ambos fueron:
En el ensayo realizado con los ojos vendados y la nariz tapada, ni Indira ni Alba fueron capaces de identificar el sabor de la papa ni el de la zanahoria. Sin embargo, el de la manzana si.
Por otro lado, en el ensayo realizado sin taparse la nariz pudieron identificar todos los sabores.

Seguidamente, con el sentido del olfato:

TERCER EXPERIMENTO

1.Se realiza una infusión de menta poleo y se divide en tres partes; de las cuales una se congela, la otra se mantiene a temperatura ambiente, la tercera se calienta hasta hervirla.
2. Tapar con una venda los ojos de un compañero y aproxímale a su nariz siempre a la misma distancia, los tres tipos de infusión.
Los resultados fueron:
El olor de la infusión caliente era más perceptible por nuestro olfato que la infusión a temperatura ambiente y, por tanto, que la infusión fría.

Por último, hicimos experimentos relacionados con el sentido del tacto:

CUARTO EXPERIMENTO

1.Abre las tijeras de forma que sus puntas de forma que sus puntas se hallen separadas 40 mm.
2. Colócala alternativamente las tijeras con las dos puntas y con una punta sobre la piel del dorso de la mano de un compañero con los ojos vendados.
3. Reduce la distancia de separación de ambas puntas y repite de nuevo el proceso.
4. Repetir el ensayo con las yemas de los dedos y, por último, en el antebrazo.
Los resultados fueron:
Pudimos observar que tenemos más sentido del tacto en la zona interior del brazo y las yemas de los dedos que en la parte exterior.

QUINTO EXPERIMENTO

1. Introduce una mano en agua caliente y la otra en agua fría con hielo durante 1 minuto aproximadamente.
2. Introduce ambas manos a temperatura ambiente.
Los resultados fueron:
Al meter las manos en el agua templada, la mano que habíamos introducido anteriormente en la cubeta con agua fría y hielo la notamos ahora caliente. Y con la mano que metimos en el agua caliente la notamos fría.
Concluimos que no podemos determinar la temperatura mediante nuestros sentidos.












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